Nancys Rubias presenta «Orquesta Nancy», su sexto álbum, inspirado en la energía y el estilo de las orquestas de verbena, como una expresión única de su visión musical. En la carrera artística de Nancys Rubias, a meses de cumplir 20 años, todo lo que ocurre es más una consecuencia que un punto de partida. Por eso hacer un disco de versiones de otros artistas no ha surgido como una idea a desarrollar desde cero, sino como la culminación de algo que llevan haciendo de manera ‘natural’ (si es que este calificativo puede aplicarse al grupo…) desde que empezaron a subirse a un escenario. De hecho, la primera vez que se juntaron en un Plan Travesti, allá por 2004, fue para hacer tres versiones: Sálvame, de Bibi Andersen, Doctor Spock, original de Spizzenergi, reinventada por Alaska y los Pegamoides y Pegamoides y This Is Not a Love Song, de P.I.L.

En el universo de esta Orquesta Nancy lo mismo tiene cabida Blondie que Luis Miguel, los hermanos Rosario, Rafaella Carrá, Laventa, Mecano o Los Romeos y, en una constelación más cercana, Carlos Berlanga y Dinarama + Alaska. También estuvieron a punto de aterrizar Kasabian y Mando Diao pero, finalmente, se quedaron fuera de órbita. De la producción se ha encargado, como siempre, Juan Carlos Moreno (Dinarama, Vegetales…), salvo en dos temas, que han corrido a cargo de Juan Sueiro (Fangoria, Miss Cafeina, La Casa Azul…). Las adaptaciones al castellano en las tres canciones originales en inglés son de Nacho Canut. «Somos muy endogámicos», asegura Mario, «nos gusta rodearnos siempre de la misma gente». En esta ocasión, la portada del disco, en la que el grupo posa como una auténtica orquesta, es obra de la fotógrafa Kourtney Roy: «la descubrí en una exposición de La Térmica de Málaga», explica Mario, «y conecta perfectamente con la Costa del Sol, donde están los hoteles con orquestas. Nos fuimos al Hotel Pez Espada de Torremolinos a hacer las fotos y acabamos bailando flamenco».

«Somos el grupo más atípico del pop español», explica Mario Vaquerizo (a.k.a. Nancy Anoréxica), «en todo este tiempo no hemos parado de girar, a pesar de no sonar en la radio, y nos hemos dado cuenta de que donde mejor encajamos es con un público masivo, no solo formado por fans, que espera algo más que nuestro repertorio propio. Ahí es donde entran las versiones, para divertir a la gente y divertirnos nosotras. La orquesta de verbena es un género a reivindicar: auténticas estrellas, con los mejores escenarios, la mejor iluminación y los mejores vestuarios».